Realizan su propia revista, y convocan a profesionales locales a contar su experiencia. Entrevista a los creadores de Revista Spooner.
“Más allá de vernos limitados en recursos para llevar a cabo lo que nuestras mentes que revolotean quieren ver, estamos muy satisfechos con la número uno. Todo es parte del crecimiento”, analiza Germán Sánchez, un marplatense hiperactivo, y verborrágico, pero también Diseñador Gráfico e Ilustrador. A simple vista deducimos que no es extraño que haya lanzado su propia revista.
“Y tuvimos muy buena respuesta de la gente. El hecho de querer hacer los primeros tres ejemplares mensuales, nos demandó un gran desafío en todo sentido... La segunda entrega ya tiene ocho carillas más de información y eso es un gran logro para nosotros”. Gustavo Vivone es diseñador gráfico y maquetador 3D. Es prudente en sus palabras, y evidentemente disfruta mucho de lo que está haciendo. No es extraño que haya lanzado su propia revista.
Gustavo y Germán son los productores y directores de Spooner, una revista impresa en formato poket y entrega gratuita que “tiene como principales áreas el Diseño Gráfico, la Ilustración, la Arquitectura y el Diseño Industrial. En un futuro no muy lejano queremos abarcar otras áreas relacionadas. El tema es mostrar cuántos proyectos profesionales y con gran esfuerzo se llevan a cabo en la ciudad”.
Lejos de ser un folletín informativo, la revista incluye novedades de distintas partes del mundo junto a la información de profesionales de distintas ramas que cuentan sus proyectos. Mirando sus hojas es difícil pensar que Mar del Plata pueda ser la ciudad “mediocre” que algunos sugieren. Sin embargo, uno no puede evitar pensar en por qué no había ya una producción de este estilo.
“Veíamos que a la ciudad le faltaba un material gráfico así, y que quien quiera llegar a él, pueda acceder gratuitamente. Tratamos de brindar a los profesionales un espacio para mostrar quienes son y que hacen, como las notas o Spoonarts”.
Spoonarts es un espacio para exponer los trabajos de los profesionales, pueden encontrar las bases en la web. Es gratuito y sencillo. “Estamos esperando que la gente se anime nomás, Spoonarts va a estar vigente en cada número”.
Esto suena innegablemente a la epopeya de crear un medio que sea a la vez un servicio, y sin generar costo a los beneficiados. La recompensa monetaria no es la característica de las primeras etapas de estos proyectos. “Ahora diría que es 70% hobbie, 30% empresa” se confiesa Gustavo.
Saben que tienen un largo camino por recorrer, pero no se desaniman porque, como le pasa a tantos marplatenses, confían en lo que pueden encontrar en estas calles.
“Por supuesto, la ciudad tiene de todo, profesionales y chirolitas, cómo en cualquier lado. Pero hay una idea implantada en la gente de que la ciudad es pura chatura, y queremos mostrar que no es así. Mar del Plata no es pura chatura” reclama Germán. El rostro se le llenó de indignación. Gustavo es más tranquilo, pero igual quiere decir:
“Opino igual, Spooner busca promover el profesionalismo, quienes llevan a cabo proyectos interesantes, tranquilamente sepan que pueden acercarse a nosotros y ver cómo nos articulamos para fomentar su trabajo. Todo también lleva su tiempo”.
Estamos en un café donde hay gente de todas las edades. Sorprende ver cuántos de los jóvenes que están en las mesas aledañas tienen una actitud más “empresarial” que “jocosa”. No pareciera que estemos tan perdidos. Al menos no desde nuestro punto de vista. Después de todo nosotros también somos una mesa de no-tan-grandes, y no estamos ni “desperdiciando la vida”, ni “siendo unos irrespetuosos” ni ninguna de esas frases hechas. Me quedo pensando en que al menos en esta mesa puede haber esperanza de un futuro mejor. Pero quiero saber qué piensan ellos.
“Considero que siempre hay aspectos positivos y negativos. Por un lado veo como hay un gran aumento de propuestas ecologistas en las áreas profesionales y por otro veo grandes sectores que no buscan destacarse por si mismos, sino que esperan que todas las respuestas lleguen solas” dice el Ilustrador mientras su socio asiente constantemente con la cabeza. Parece ser que no están muy contentos con la forma en que se dan las cosas dentro de la sociedad. ¿Quizás no sea la carrera sino la vocación la que los llevó a hacer esta revista?.
Gustavo continúa con la reflexión de Germán: “Tanto como cuando estudiamos nosotros, como ahora, veo muy debilitada la enseñanza de los recursos para enfrentarse al mercado laboral, sin mencionar que la calle es una pelea de monos con cuchillo. También me parece increíble que salgan a la calle profesionales gráficos sin, por lo menos, nociones básicas de dibujo, no digo que no se enseñe, sólo creo que se debe exigir más y dar a entender que es un pilar básico para la profesión”.
Evidentemente, parten de la intención de generar un punto de vista distinto para un espacio necesario prácticamente desde siempre. Hablan de temas serios, pero diciendo que hay “monos con navaja en las calles”. Son creativos, o al menos eso es lo que me están demostrando en este momento. Decido hacer una despedida más amena, dejándoles un espacio libre. ¿Qué me olvidé de preguntales?
“Qué superpoderes nos gustaría tener” responde Gustavo y agrega “Quiero tener el poder de la Teletransportación... ya saben... para teletransportarse”. Germán lo mira de reojo y retruca “yo quiero el poder de viajar en el tiempo pero basándome en la teoría de la física cuántica, o sea el viaje entre universos paralelos o realidades paralelas...pero recientemente creo que ambos queremos tener el poder de llegar a fin de mes”.
Sí, evidentemente, algo de creativos tienen.
Por Carlos Borrego.
1 comentarios:
Fue, es, y será un placer.
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